Este programa se dedicó a reflexionar sobre los derechos de las niñeces en el marco del aniversario número 36 de la Convención sobre los Derechos del Niño, el tratado internacional más ratificado de la historia. La propuesta se inscribió en la línea de trabajo del Observatorio Social que, durante noviembre, abordó distintas dimensiones en clave de derechos.
El eje del debate giró en torno a los avances y retrocesos en la implementación de la Convención en Argentina, y a los desafíos actuales para garantizar el ejercicio pleno de derechos en contextos de desigualdad, desde la historia, la antropología y la mirada territorial.
El doctor, docente universitario y ex vicepresidente del Comité de Derechos del Niño de Naciones Unidas Norberto Liwski advirtió que “cuando no hay partida presupuestaria para políticas públicas, hablamos de afectación de derechos”. A su vez, repasó la historia normativa desde la ratificación en 1990 hasta la Ley 26.061 de Protección Integral, y alertó sobre la regresividad vinculada a la desarticulación institucional, suspensión de transferencias presupuestarias y déficit en alimentación y primera infancia.
Por su parte, el eferente del Centro Cultural Tu Pertenencia, Emilio Arroyo aportó una mirada territorial desde su labor en el barrio Nicole, La Matanza. Arroyo reivindicó el valor de los espacios comunitarios como ámbitos de encuentro y construcción colectiva: “hay que volver a lo comunitario, a la escucha mutua. Nadie se salva solo y todos nos salvamos juntos”. En la misma línea, subrayó la necesidad de combatir el adultocentrismo y promover la participación activa de las niñeces en la definición de sus propios derechos.
Por último, el doctor en Antropología Social e investigador en políticas de infancia, Agustín Barna, aportó una reflexión sobre la construcción social de la niñez. “La definición de niño no es natural ni unívoca; cambia según el tiempo, el lugar y las disputas sociales», explicó. Por otro lado, recuperó su experiencia en los servicios locales de protección de La Matanza y destacó la consolidación de estas instituciones como actores clave en la defensa de derechos.
Desde el Observatorio Social se reafirmó la corresponsabilidad como principio rector del sistema de protección integral y se advirtió sobre los riesgos de desplazar al Estado de su rol garante. Defender los derechos de las niñeces es construir soberanía y futuro. Un compromiso que interpela a toda la sociedad.
